Nos gustaría conocer el interior de muchos conventos, las leyendas que del casco histórico, las galerías de arte de las muchas que se encuentran en la ciudad hispalense, de artes aplicadas y descubrir todos los rincones mágicos de la ciudad.

A veces dejamos el tiempo para conocer nuestra ciudad para eventos que a veces nunca llegan, otras veces nos aventuramos con la idea de descubrir sin la posibilidad de profundizar en lo que no percibimos, pero debemos saber que existe la posibilidad de seguir los pasos de alguien como un guia que la conoce y que nos hará descubrir aquello que nunca por nuestra cuenta lo hubiéramos descubierto. Tenemos la posibilidad por fin de conocer lo que tenemos cerca, a través de la una de las empresas que organiza itinerarios culturales, como el que nos ofrece para conocer Sevilla de la época del Renacimiento, la del siglo XVIII o la de la Guerra Civil.

Así mismo, podemos descubrir los bellos rincones nocturnos que se esconden el Barrio de Santa Cruz, las leyendas de la ciudad, las tradiciones de la ciudad del 29, por citar alguna, como los rosales que plantó Miguel Mañara, en el Hospital de la Caridad en el siglo XVI, que aún prevalencen según la leyenda. Por eso mismo y por más la ciudad hispalense es tan grande en su contenido histórico que difícilmente se pueda conocer a fondo sin la aportación de quien la conocen.

La fachada del Convento de Santa Paula es una joya, o el Convento de Madre de Dios, tan desconocido por muchos. Igualmente nos ofrecen estas visitas atravesar el Barrio de Santa Cruz, con sus calles estrechas y plazas,donde la parada es obligatoria para leer unos versos poéticos referido a los nombres de sus calles y de su historia,estas rutas explicadas por profesionales solo cuestan 12 euros, algunas de las rutas tienen al final de la visita una parada en algún bar de la ciudad, para tomar una copa, para concluir con un resumen de lo que hemos visto.

La ruta del 29 es interesante por sus descubrimientos, en los cuales podemos consultar los documentos originales de lo que fue en su día la Exposición Iberoamericana, en las salas de los museos, podemos ver y reconocer el gran valor cultural que tiene la ciudad.