Situado en la Isla de la Cartuja, es gestionado por la Junta de Andalucía. Sus orígenes fueron múltiples, desde ermita, convento, fábrica y ahora monumento, la larga historía de este edificio, transformándose en distintas instituciones llega a los 600 años de historia de la ciudad. La zona donde se asienta este monasterio es al norte de Triana, el río Guadalquivir lo separa de la ciudad antigua, en época antigua era zona de fabricación de cerámica, en recientes excavaciones se han descubierto restos de hornos almohades del siglo XII. El nombre del monasterio deriva de la aparición milagrosa de una imagen de la Virgen en algunas de las «cuevas» u oquedades producidas en el terreno por esta actividad alfarera. Cuando se contruye la ermita, para dar culto a la imagen, se asienta una comunidad de franciscanos y en el año 1400 el arzobispo Gonzalo de Mena hizo una permuta fundando en este lugar una cartuja, los franciscanos se trasladaron a la cercana población de San Juan de Aznalfarache.
Arquitectónicamente la Cartuja está formada por una serie de piezas bien definidas, como el conjunto de «Afuera» o edificaciones dedicadas a las relaciones con el exterior, compuesto por la capilla, comedor para los pobres, cocina de la carne, cuadras y hospedería. Otra dependencia era el patio «del Ave María» esta zona separaba la zona pública y la zona de clausura. La portada de las Cadenas es la fachada tras la cual se accede a la iglesia, en ella se puede apreciar el rosetón de azulejos de colores. A ambos lados de la iglesia se encuentraba el claustro de monjes de dos plantas con todas las celdas y el jardin se encontraba en la parte trasera. En torno al conjunto se encontraba los jardines con algunas capillas, albercas con norias.
El muro que rodeaba a los jardines y al monasterio, no pudo defender de los avatares históricos. En 1810 ocurrió el primer expolio, cuando fue ocupado por las tropas francesas, convirtiéndolo en cuartel y fortín por su privilegiada posición de tiro frente a la ciudad. En 1816 volvieron los monjes, pero por poco tiempo pues fueron expulsados de nuevo con las desamortacizaciones de Mendizábal desde 1835 a 1837, abandonando para siempre el monasterio. Al poco tiempo el edificio fue comprado por Charles Pickman, para establecer en él una fábrica de loza estampada, con este nuevo acontecimiento se iniciaba una nueva etapa en este viejo edificio. En los años ochenta de esta centuria fue declarado Conjunto Monumental, fue restaurado para ser la bandera de la exposición Universal que en la isla que lleva su nombre se desarrolló en 1992.
Actualmente la entrada a la visita se hace por la » Puerta de río» (reedificada en el siglo XVIII ), desde aquí se dirige al conjunto de Afuera, bordeando la parte sur del edificio principal. En este trayecto se pasa junto al viejo zapote, árbol americano, según la tradición fue plantado aquí por Hernando Colón, también vemos el monumento a Cristóbal Colón, como recuerdo que fue durante las visistas a los monjes cartujanos.
La fachada de las Cadenas es del siglo XVIII, ya que la anterior se derribó, pues fue afectada por el terremoto de Lisboa en 1755, en la nueva contrucción de la actual fachada intervino el arquitecto Ambrosio de Figueroa. De la fachada lo más notable es su portada, la capilla es de una sola nave y en ella se veneró la primitiva imagen de la Virgen de las Cuevas, situada en un camarín tras el retablo, en el siglo XIX desapareció la imagen, el retablo es de 1802 obra de Alonso de la Vega.
Para seguir recorriendo su interior a través del patio de crucero llegamos al claustro prioral, el corazón de la celda del prior la cual seguñia el modelo de la casa civil de la nobleza de su época, en él se incluyen la biblioteca y las habitaciones de huéspedes distinguidos. El claustro es un patio cuadrado, con galería en dos plantas sobre columnas en el centro hay una fuente de mármol del siglo XVI.
La fachada de la iglesia cuenta con un arco abocinado mudéjar, sobre el un gran rosetón gótico rodeado de azulejos de colores, el interior de la iglesia es gótico, cuenta con una sola nave, a los pies de la iglesia se encuentra la capilla gótica de Santa Ana, que guardó los restos mortales de Cristóbla Colón, las naves de esta capilla están revestidas de un zócalo de azulejos del siglo XVI, se realizaron en técnica pintada y en técnica de cuenca, ambos fueron retirados como motivo de la última restauración, quedando solamente en dos hornacinas los azulejos con las figuras de San Juan y San Francisco, atribuidos a Juan Bautista Niculoso, hijo de Francisco Niculoso Pisano.
Por una puerta en el centro de la iglesia se accede al Claustrillo Mudéjar, cuya función es la de articular cuatro piezas: la propia iglesia, la capilla de la Magdalena, capítulo y el refectorio, siendo esta parte la más antigua del monasterio. El refectorio se transformó en el siglo XVI, decorado con diferentes pinturas, en su cabecera estuvo colocado el fantástico cuadro de la Sagrada Cena, obra de Alonso Vázquez (1504), ahora se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
El claustrillo fue iniciado en 1454, es de planta rectangular, con elegantes proporciones tiene arcos peraltados, rematados por un alfiz que descansan sobre columnas de mármol y pilares de ladrillo en las esquinas. La decoración y el contraste de los materiales, basada en el mármol de las columnas, el rojo del ladrillo y la policromía de azulejos de cuerda seca que decoran las galerías, hacen bello el lugar.
En el costado del claustrillo están colocadas dos figuras de orantes, la hija y la mujer de Hernán Cortés. Si cruzamos el refectorio, llegamos al Callejón de Legos, que separaba la zona de éstos de la de los monjes, a la izquierda podemos ver uno de los hornos de botella tipo inglés pertenenciente a la antigua fábrica de cerámica. El horno se llama «lunes», pues era ese día cuando se cocían en él.
Para finalizar la visita nos dirigimos a las huertas, (Huerta Vieja y Huerta Grande), rodeadas de miradores, como el Mirador Viejo, Mirador Nuevo, las norias, la Capilla de las Santas Justa y Rufina y la Capilla de Santa Ana, que es un pabellón en el centro del estanque que riega la huerta.
- Dirección
- Avda. Américo Vespucio, 2 (Isla de la Cartuja)
- Teléfono
- 955 037 070
- Fax
- 955 037 074
- Estilo
- Mudéjar, Renacentista. Siglo XV/XIX
- Horario
- (1/10-31/3) Martes a viernes 10-20 h. Sábados 11-20 h. Domingos 10-15 h. Lunes cerrado. (1/4-30/9) Martes a viernes 10-21 h. Sábados 11-21 h. Domingos 10-15 h. Lunes cerrado
- Precio
- 3 € (visita completa); 1.80 € (exposiciones). Gratuito los martes.
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