La plaza fue una de las primeras juderías de la ciudad después de la Rencosquista, Fernando III cedería esta zona a la población judía, donde ellos desarrollarían su vida y realizarían las actividades comerciales, en esta zona de la ciudad estarían hasta mediados del siglo XIV, con Pedro I el justiciero, los judíos se trasladarían a los alrededores de las iglesias de Santa Cruz y de San Bartolomé.
Una vez esta zona abandonada por los judíos, se establecerían en ella los musulmanes que habían decidido vivir en la Sevilla reconquistada hasta el siglo XVI, volviendo a su tierra después de dicha fecha, en aquella época toma el nombre de la Morería y de Adarvejo de los Moros, actualmente llamada popularmente como la plaza de San Pedro, por los sevillanos.
A partir del siglo XVI se ubicó en el barrio, en un antiguo caserón una fábrica de elaboración de tabacos de las más antiguas que se conoce en Europa, siendo trasladada en el siglo XVIII al Prado de San Sebastián a un nuevo edificio, el cual año más tarde se convirtió en la actual sede de algunas facultades de la Universidad Hispalense. EL barrio de la Morería, se convirtiría años más tarde y después del traslado de la fábrica de tabacos, en una zona bien distinta a la que actualmente presenta, siendo un barrio de gente de pocos recursos económicos.
A partir del siglo XVII, se conoce como plaza de los Descalzos, por estar cerca situado el convento de los Trinitarios Descalzos. Tras la proclamación de la I República se la conoce como plaza de Argüelles en honor a este político asturiano que participó en la redacción de los artículos de la Constitución española de 1812 y 1837. En el año 1951 pasa a ser llamada plaza del Cristo de Burgos, título que toma de la hermandad de la misma Parroquia de San Pedro.
De las edificaciones que se encuentran en la plaza destacamos el actual Colegio de Arquitectos, obra moderna de Ruiz Cabreros y Pérez Caveda. Entre los muchos recuerdos de esta plaza, destacamos el bar y tienda de ultramarinos que se encuentroba en la esquina de calle Dormitorios regentado por uno de los muchos castellanos que emigraron a Sevilla a principios del siglo XX, y por su actividad económica atría a muchos corsarios de la provincia de Sevilla, y esto unido al ambiente de la plaza de abastos de la Encarnación, le daban al entorno un especial colorido y concurrencia.
Hasta finales de los años 40 del siglo pasado, en los meses del verano se instalaba en la plaza al aire libre y bajo los árboles de la especie laureles de indias, plantados en el centro de la plaza, un cine al aire libre. Hoy es muy diferente el aspecto de esta hermosa plaza, siendo uno de los recorridos principales y más concurridos desde la Avenida de María Auxiliadora hasta la Plaza del Duque, donde está situado el corazón comercial de la ciudad, junto con la calle Sierpes, la más famosa y conocida por todo sevillano y visitante de la ciudad.
Los turistas pueden visitar el Convento y la capilla de Sor Angela de la Cruz, se encuentra al lado de la plaza en la calle Sor Angela de la Cruz, la iglesia de San Pedro se encuentra en la misma plaza, está abierta en horarios de misa, muy cerca de la plaza está la iglesia mudéjar Santa Catalina. Al final de la plaza se llega a la Alfalfa otro barrio típico de la ciudad. Para tapear, se recomienda el bar los «Coloniales», una oferta de tapas y raciones podemos verla en su carta, los precios son bastante asequibles. Muy cerca de San Pedro se encuentra la plaza de la Encarnación, donde está situada el Mercado de Abastos. En la cafetería «Café de Indias» los desayunos y meriendas están muy buenos, pues disponen de una gran variedad de pasteles y tartas, en la plaza se escuentra la calle comercial Puente y Pellón, donde hay una gran selección de comercios con precios baratos.
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