La iglesia de San Luis está situada en la calle del mismo nombre en el barrio de la Macarena, donde se encuentra la Basílica de la Macarena, fue construida entre los años 1699 y 1731, constituye el mejor barroco sevillano entre los monumentos religiosos que en la ciudad se enuentran. Su construcción fue llevada a acabo por Leonardo de Figueroa, Antonio Matías de Figueroa y Diego Antonio Diaz. Fue contruida la iglesia en los terrenos que había regalado Doña Lucía de Medina a la compañía de Jesús, con el consentimiento que ella se enterrara en la capilla mayor y la iglesia fuera consagrada a San Luis, rey de Francia.
La fachada exterior comprende dos pisos, con columnas salomónicas, destaca por su decoración, los materiales que se utilizan es la piedra y el ladrillo, el interior destaca por su planta de cruz griega está muy decorado destacamos la cúpula con pinturas de temas eucarísticos, fueron pintados por Lucas Valdés. Duque de Cornejo realizó los retablos de San Juan Francisco Regis y el retablo mayor realizado en 1730, su decoración barroca resalta por los elementos que la componen, como madera tallada, lienzos, óleos sobre tablas. San Luis de Francia está representado en una pintura del retablo, obra atribuida a Zurbarán. Las columnas del interior destaca por las virtudes que en ella se representan, como la obediencia, oración, humildad, castidad y pobreza.
Merece la pena cruzar la calle de San Luis y visitar la iglesia jesuita, es verdaderamente una obra de las más puras barrocas de la ciudad. Actualmente es sala de conciertos de propiedad municipal y de centro de estudios del CAT (Centro Andaluz de Teatro).
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